Vibración de los Pliegues Vocales.
Dos tercios de las cuerdas vocales vibran. Su
movimiento básico ocurre en dirección horizontal y vertical simultáneamente, además
ocurre la ondulación de los bordes y un movimiento elíptico propio de la mucosa.
Las vibraciones cambian cuando se varía la altura de un tono. En tonos altos
disminuye la amplitud de las vibraciones y la ondulación de los bordes, en
tonos más graves, la amplitud de las vibraciones vocales aumenta y la
ondulación de los bordes es más notoria. También la frecuencia de estas
vibraciones varía, y el volumen es otro de los factores que influye (Seidner &Wendler, 1982).
Teorías de la Producción de la Voz.
Por un lado, Seidner &Wendler (1982) afirman
que la fonación tiene su origen en la acción recíproca entre las fuerzas
musculares y la presión de la corriente de aire exhalada.
El movimiento de aire exhalado que se activa en
la glotis es conocido como la teoría mioelástica-aerodinámica o músculo-elástica-aerodinámica.
Hablando sobre esta teoría Seidner &Wendler (1982) afirman que:
Según ella, las vibraciones de los labios vocales
son determinadas en primera instancia por la subida de la presión subglótica
(activa desde abajo en la glotis) y por la regulación de los músculos de la
laringe; dicho en forma más precisa, por la masa, la tensión y el largo de los
labios vocales. La presión del aire vence el cierre de la glotis y produce una
salida del aire y una baja de la presión debajo de los labios vocales. Las
fuerzas músculo-elásticas vuelven a predominar y los labios vocales se cierran.
La subida de presión que sigue, vuelve a producir una apertura de los labios
vocales. En una acción alternada periódica de estas fuerzas se producen
vibraciones regulares de los labios vocales, las que producen el sonido de la
voz. (p. 82)
Por otro lado, Riggs (1998) describe el proceso
de la fonación como el momento en el que el aire llega a los pliegues vocales y
estos ayudados por los músculos de la laringe, se ajustan de acuerdo a la
corriente de aire para crear un sonido que tiene cierta altura e intensidad. Un
conjunto de músculos y fuerzas se combinan en la laringe e influencian la
actividad de las cuerdas vocales.
Al hablar de altura, se hace referencia a la
frecuencia de vibración dada por ciclos en un tono. Los ciclos por segundo se
miden en Hertz y el oído humano puede escuchar desde 20 hasta 20000 Hertz. La
altura está determinada por cuan seguido se juntan las cuerdas y esto a su vez
se da por medio de la tensión. Es decir que, a mayor tensión más rápido se
abren y se cierran, mayor es la frecuencia de vibración y más alto es el tono.
Pero al hablar de tensión es importante aclarar que no se refiere a la tensión
creada por el cantante, sino a la acción natural que los músculos laríngeos
desarrollan para tensar las cuerdas y producir una altura específica (Riggs, 1998).
Al hablar de intensidad, se hace referencia a la
fuerza de vibración de las ondas de sonido en el oído. Se mide por decibeles y
los grados de volumen son llamados dinámicas. La fuerza con la que el aire sale
de las cuerdas vocales y el tiempo en el que estas resisten juntas antes de
apartarse de nuevo determinan la intensidad de un sonido. Así, para que un
sonido sea más fuerte se necesita más presión de aire y más resistencia en las
cuerdas vocales (Riggs, 1998).
Seidner &Wendler (1982) están de acuerdo en que para elevar la altura de un tono debe
incrementarse la tensión de los labios vocales y para bajar la altura de un
tono, esa misma tensión debe disminuir. Y refiriéndose a la intensidad
manifiestan que es una “función de la presión del aire debajo de los labios
vocales” (p. 84). Es decir, que entre
presión subglótica e intensidad vocal hay una relación muy estrecha.
Riggs (1998) manifiesta entonces que en tonos
suaves, las cuerdas necesitan menos resistencia y permanecen abiertas un período de tiempo más
largo en cada vibración. En tonos fuertes, las cuerdas tienen mayor resistencia
y se abren y se cierran de forma muy rápida. Cuando se canta más fuerte o más
suave lo que se necesita no es más aire sino más presión del aire, eso produce
un mejor sonido. No obstante, aunque los procesos físicos ocurren todo el
tiempo para el ajuste de las cuerdas vocales en los diferentes tonos, el
cantante solo percibe sensaciones acerca del tipo de los tonos que está
produciendo. Es ahí donde los tonos más bajos son conocidos como voz de pecho,
los más altos como voz de cabeza, y aquellos que tienen cualidades como mezcla
de ambas voces son conocidos como voz media.
A todo lo anterior, Jiang (2008) agrega la
descripción de la teoría de fonación más reciente, llamada Teoría
Cuerpo-Cubierta de Hirano. Esta teoría afirma que hay cinco capas en las
cuerdas vocales y que estas se pueden clasificar dentro de dos grupos: cubierta
y cuerpo.
Cubierta: está compuesta por el epitelio y las
capas superficiales e intermedias de la lámina propia. Es flexible y elástica
pero no muscular, por tanto, no se contrae.
Cuerpo: está formado por la capa más profunda de
la lámina propia y por el músculo tiroaritenideo (músculo vocal). El cuerpo
tiene la capacidad de contraerse y modificar la tensión y la concentración de masa.
Teoría Cuerpo-Cubierta. (Jiang, 2008, p. 18)
La teoría Cuerpo-Cubierta es usada para estudiar
la gran variedad de tipos de vibración de los pliegues vocales y comprender las
deformaciones de los tejidos debidas a la pérdida de acoplamiento de movimiento
entre el cuerpo y la cubierta.
Referencias
Cubillos, J. (2012). La Función de la Técnica Speech Level Singing de Seth Riggs en la Salud de la Voz Cantada (Tesis de Pregrado). Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia.
Jiang. J.
(2008). Phisiology of Voice Production: how does the voice work. En Benninger. M. Murry. T. (2008). The Singer´s Voice (pp. 15-24). San Diego, USA: Plural Publishing.
Riggs, S.
(1998). Singing for the Stars: a complete
program for training your voice. USA: Alfred.
Seidner, W. Wendler, J. (1982). La Voz del Cantante: bases foniátricas para
la enseñanza del canto. Berlín, Alemania: Henschel.